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Ecologistas en Acción vota en contra del Plan Hidrológico de la demarcación del Guadalquivir sometido a aprobación en el Pleno del Consejo Nacional del Agua.

El jueves 13 de diciembre se celebró el Pleno del Consejo Nacional del Agua donde, entre otros puntos, se ha llevado a aprobación el documento de planificación hidrológica de la demarcación del Guadalquivir junto con otros de otras regiones (Guadiana, Cantábrico Oriental y Cantábrico Occidental).

El Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir fue informado favorablemente el pasado 19 de septiembre en el Consejo del Agua de la Demarcación, como paso previo a su aprobación definitiva por el Gobierno Central. En ese Consejo el representante de Ecologistas en Acción, junto con el de WWF España, votaron en contra del Plan Hidrológico por una serie de motivos que justificamos convenientemente. Pero para mayor despropósito, a continuación de someter a informe el Plan se entregaron dos nuevos documentos, con fecha anterior y del mismo día del Consejo, para corregir la normativa del Plan que acababa de aprobarse.

Por tal motivo, Ecologistas en Acción impugnó los acuerdos alcanzados en relación a la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir ya que la ley exige recibirlos con antelación mínima de 48 horas. Una muestra más de la ausencia democrática de participación que ha regido todo el proceso planificador.

Para Ecologistas en Acción Andalucía, el Plan Hidrológico del Guadalquivir presenta una serie de deficiencias, a parte del considerable retraso estipulado por la Directiva Marco de Aguas. Entre otras cuestiones, el voto negativo se justifica por:

  El Plan no recoge las directrices europeas en cuanto a la consecución del buen estado ecológico de las masas de agua para el año 2015, por lo problemas socioeconómicos que ello conllevaría y los diferentes intereses que hay en juego.

Se contempla más demanda para regadío y consumo urbano, omitiendo hablar del ineficaz control de las extracciones ilegales. Permite crear nuevos regadíos mediante los planes de modernización y eficiencia en el riego, aún cuando se reconoce que la cuenca en su conjunto es deficitaria. El Plan pierde la ocasión de equilibrar los consumos y los recursos de la cuenca, manteniendo la gestión claramente insostenible. En definitiva que se otorga un recurso que simplemente no existe.

  En cuanto a los caudales ecológicos, las presiones de las demandas de los usos productivos e industriales van a impedir garantizar los caudales ecológicos, ya que se establecen reducciones de alrededor del 40% respecto a los vigentes del Plan de 1998, en lugar de hacerlos con la finalidad que se establece en la normativa que es alcanzar el buen estado o buen potencial ecológico para mantener, como mínimo, la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera. Más bien los usos son una restricción a los caudales ecológicos.

Rio Genil afluente del Guadalquivir.

Esta reducción en los caudales no está justificada ambientalmente, e ignora todas las consideraciones y recomendaciones que se han hecho al respecto desde el sector científico. Consideramos que, de acuerdo con lo que concluyen dichos estudios, la drástica reducción prevista en el Plan, va a producir graves daños ambientales en el río Guadalquivir, y constituyen un gran retroceso en la gestión del medio hídrico en España.

  Las Reservas Fluviales que se plantean son insuficientes, sobre todo si tenemos en cuenta la amplitud y características de la demarcación hidrográfica.

  Respecto a la evaluación del cambio climático, el Plan trata de manera insuficiente la valoración del mismo. El Plan no puede seguir ignorando las perturbaciones climáticas que ya están afectando tanto al régimen de aguas, como a la disponibilidad de los recursos hídricos. Por ello se deberían contemplar reducciones medias del 14,3% ya constatadas, en vez del 8% previsto de forma general hasta el año 2027.

  El Plan de Medidas no contempla ninguna campaña de saneamiento integral, de eliminación de vertidos, de lucha contra la contaminación difusa de origen agrario o el control de vertidos industriales y mineros como el de Cobre las Cruces. Tampoco se plantea un programa de acción integral en zonas inundables frente al desgobierno territorial y a las construcciones ilegales en zona de dominio público hidráulico. Todo esto indica que el objetivo básico del Plan no es la recuperación de las masas de agua como así lo obliga la DMA. Además el presupuesto estimado en el Plan de Medidas para el horizonte 2015 se alarga hasta el 2021 en unos casos, y hasta el 2027 en otros, por lo que el mismo se reduce en un 50%.

  No se propone la recuperación de costes para todos los usuarios, es decir, la recuperación del valor real del uso del agua. Además el Plan no calcula los costes reales en conceptos de pérdida de biodiversidad, erosión, impacto paisajístico, etc., indica que espera llegar a recuperar el 85% de los costes en 2015, cuando ahora estamos en una recuperación del 80%. Por lo tanto estamos ante una propuesta que carece de realismo, máxime cuando vemos el avance de las privatizaciones, y por tanto, de los negocios privados en abastecimientos y ciclos urbanos del agua.

  Por último, la situación real de las masas de agua, tanto superficiales como subterráneas, especialmente su mal estado desde el punto de vista hidromorfológico, hacen poco menos que imposible lograr los objetivos ambientales establecidos en los mismos. En la Demarcación hay serios problemas de contaminación, fundamentalmente en los ríos donde se concentra una mayor población y en aquellos lugares donde hay una actividad agrícola más intensa relacionada con el regadío, causando problemas de depuración y contaminación difusa que hacen poco creíble que los objetivos ambientales propuestos para que las masas de agua alcancen el buen estado o buen potencial ecológico para el año 2015.

Cuenca Fluvial del Rio Genil.

Por todo lo expuesto anteriormente, Ecologistas en Acción ha votado negativamente sobre la aprobación del Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir. Consideramos que este Plan deben ser una herramienta útil para evitar la continua degradación y una oportunidad para la regeneración de los ecosistemas fluviales a través del sustancial giro que se da en los objetivos primordiales de las políticas de aguas, priorizando la consecución de la calidad de las aguas y sus funciones ambientales así como la gestión sostenible de la misma.

Ecologistas en Acción Andalucía

Por Ecologistas en Acción.

El Domingo 16 de diciembre de 2012

Actualizado el 16 de diciembre de 2012