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Repolitizar la agroecología, es tomar partido por la vida desde procesos colectivos, emancipadores y sustentables

La agroecología rescatará del abandono el arte de cultivar la tierra

En un artículo anterior, “Crecimiento ilimitado o desarrollo sustentable. ¿Qué necesitamos los seres humanos?, Manuel Cala analiza diferentes desafíos a los que se enfrenta la humanidad para no llegar a lo que, en algunos sectores ecologistas, llaman “el colapso”. Nuestro autor, fiel a su pensamiento, no se queda en lamentaciones ni denuncias. Hay que poner freno a esta insostenibilidad que nos envuelve, viene a decir Manuel. ¿Cómo? Con la agroecología como modelo, tomando partido por ella (repolitizar la agroecología) como apuesta por la vida, por lo colectivo, la emancipación, lo sustentable. Leed, leed, Manuel nos da muchas claves y plantea la alternativa. Al final del artículo el autor nos plantea una pregunta; ¿cómo ha de ser el modelo agrario andaluz; insustentable y rentable para unos pocos o lo que siempre fue; el arte de cultivar la tierra…? Si la lectura de estos artículos nos mueve a la reflexión y el compromiso por dar respuesta a los problemas a los que nos enfrentamos los seres humanos, estamos seguros que Manuel Cala se dará por satisfecho.

. La agroecología se extiende por el mundo. Sembrando agroecología en Cabo Verde. Foto de Cerai

Manuel Cala Rodríguez, es Presidente de GRAECO, miembro de Salvemos la Vega, colaborador de otragranada.org

Para intentar poner freno, presumiblemente son y serán necesarios instrumentos políticos. Entre otros, una serie de convenios a nivel planetario en asuntos tan urgentes como: hambruna, cambio climático, desertificación, diversidad biológica, protección de suelos, agua y seres vivos, energía, contaminación global, etc. En un plano más local, una de las principales tareas debería centrarse en desarrollarlos de manera equilibrada y, paralelamente, intentar encontrar una mayor eficacia y eficiencia a los Planes de Desarrollo Rural. Estos, en parte influenciados por políticas y políticos con visiones cortoplacistas y en la búsqueda de un beneficio más individual que colectivo, hasta ahora apenas han sido capaces de hacer atractivo a este sector,…, ni tampoco de frenar el despoblamiento rural de bastantes zonas tradicionales agrarias de Andalucía; pero, junto a otras ayudas europeas, han contribuido para que de manera generalizada aquí se implante una cultura rural muy peculiar, moteada como “tierra de asistencia” (PER, PFEA o planes similares a los Ayuntamientos; subvenciones y otras ayudas a las personas productoras; y paro o desempleo de subsistencia a las trabajadoras); es decir, pan para hoy y emigración para cuando rebajen o quiten la ayuda. Al mismo tiempo está influyendo decisivamente para ir desplazando a otros modelos que se podrían bautizar como “territorios emancipadores”, capaces de implantar un entramado de iniciativas, donde el “empoderamiento” esté presente y las ayudas recibidas se destinen a la creación de bienes intermedios que ayuden a cerrar los ciclos productivos para, con ello, dejar en origen el valor añadido de la producción primaria allí generado.

El movimiento socio ambiental tiene que reivindicar medidas urgentes por la sostenibilidad

En este período actual de crisis de valores ambientales, sociales, e incluso políticos en bastantes lugares “desarrollados”, donde, años ya, el acaparamiento de la tierra, de la alimentación, de la biodiversidad y de otros recursos naturales básicos están gobernados por un mercado constantemente más globalizado, parece lógico que un Movimiento Socioambiental, cada vez más numeroso y organizado, reivindique la necesidad urgente de adoptar medidas que limiten estas preocupantes problemáticas; y, paralelamente, que frenen los impactos que pueden tener sobre la sociedad, los ecosistemas naturales, el tejido económico y el patrimonio (no solo material, sino también inmaterial) que nos prestan sus titulares, las generaciones venideras.

Manuel Cala, en la foto, a la izquierda de la foto junto Javier Alonso, primero por la derecha y otras personas de Salvemos la Vega-Vega Educa

Es necesario la agroecología como modelo; es más sustentable y las rentas de las personas que trabajan en el medio rural

En el modelo agrario, además, es perentorio una transformación para que, cuanto menos, promueva formas más sustentables de manejo productivo de los agroecosistemas, así como que eleve la renta de las personas productoras con el objetivo de disminuir la pobreza rural, minimizar la presión sobre los recursos y mantener la población en los campos. Ello podría alcanzarse mediante el pago por los servicios ambientales, regulando más equitativamente la distribución de los márgenes comerciales entre la producción y la gran distribución,… y reintroduciendo la Agroecología, como paradigma científico y filosofía de acción. Ésta podría dar entrada a ese cambio con alternativas más sostenibles, más justas, más próximas a una soberanía alimentaria. Su concepción holística (“el todo es mayor que la suma de sus partes”, Aristóteles) y sistémica de las relaciones entre las sociedades humanas, vegetales y animales de un ecosistema, está orientada a que la producción agraria esté en armonía con las leyes naturales. Por tanto, se trata de una evolución que integra las ciencias agrarias y ambientales que, con la intervención del ser humano, pretende llegar a un equilibrio dinámico entre productividad y sostenibilidad. Sus orígenes como hecho se pierden en el tiempo, como antecedentes se remontan a principios del siglo XX, y como concepto actual empiezan a desarrollarse en la reciente década de los años ochenta.

Manuel Cala, segundo por la izquierda junto a Manuel González de Molina, Paco ibáñez y José Castillo en el festival reivindicativo de la Vega

Hay que repolitizar la agroecología, que es la lucha por la vida desde procesos colectivos, emancipadores y sustentalbes.

No debe ser solo una técnica o un método de producción a intensificar. Tampoco puede encerrarse en un sello de certificación para mercados y consumos denominados “ecológicos”. Sin embargo, su concepto empieza a ser cooptado por organizaciones internacionales, instituciones académicas y políticas públicas que lo utilizan sin alterar el marco (insustentable) de la “globalización alimentaria”. De ahí que no solo el referido Movimiento Socioambiental sino la sociedad en su conjunto, tenemos una necesidad de repolitizarla, de reivindicar tomar partido en la lucha por la vida desde procesos colectivos, emancipadores y sustentables. Exigimos las rebeldías frente a la globalización de hambrunas y malnutriciones, la concentración de poder en manos de las transnacionales, los ecocidios y los epistemicidios. Y con ello las luchas por el territorio, la demanda de una soberanía alimentaria, el derecho a la alimentación, …, todo ello con criterios de justicia global. La lógica del libre comercio a cualquier precio sigue provocando hambre, dolor y destrucción; la concentración de poder desde las empresas de semillas, químicos biocidas y tecnología continúan su carrera de privatización y mercantilización de la vida; el acaparamiento de tierras en todo el mundo se enfrenta a la soberanía alimentaria; las condiciones de trabajo en el campo de locales y migrantes sigue siendo muy deficitaria socialmente; el poder de la gran distribución pretende apoderarse de todos los mercados; las políticas públicas siguen rindiéndose a los lobbys de la industria; las mujeres en el medio rural siguen como subalternas de la subalternidad; etc. (OSSALA) (1)

La agroecología da herramientas sostenibles e implementa aspectos sociales, económicos, ecológicos, culturales, políticos…

Asimismo, si buena parte del enfoque científico agrario convencional está demostrando que propicia el aislamiento actual de la agricultura y de la ganadería con sus factores circulantes, el autónomo enfoque científico de la Agroecología, sin embargo, proporciona creativas herramientas técnicas necesarias para colectivamente diseñar, manejar y evaluar sistemas productivos sostenibles. Para conseguirlo, implementa aspectos: Sociales, relacionados con la cooperación, el movimiento, el feminismo, el mantenimiento de pequeñas explotaciones, la promoción del empleo, la mejora de la salud individual y pública, el aumento de la autoestima, la innovación, el interés social de las personas productoras, el desarrollo endógeno y local, la autosuficiencia alimentaria,… y la independencia. Económicos, relacionados con la promoción de sistemas productores eficientes basados en mercados más justos, rendimientos sostenibles, viabilidad económica, equidad,… y dependencia de los recursos locales. Ecológicos, relacionados la potenciación de la diversidad, promoción de la estabilidad de los sistemas agrarios mediante funciones ecosistémicas, con la estabilidad del agroecosistema,… y con el abrazo a la tierra y sus componentes naturales. Culturales, relacionados con el mantenimiento y recuperación del olvidado, y bastantes de las veces abandonado, ancestral patrimonio agrario. Políticos:… y la ruptura de los moldes del patriarcado y sus formas de dominación sobre la naturaleza, los recursos naturales y los seres vivos (incluido el humano)

Visita a una finca de cultivos ecológicos en Loja

Objetivos y principios de la Agroecología

Al mismo tiempo reivindica la necesaria unidad entre las ciencias económicas, naturales y sociales para comprender las interacciones entre sus procesos, toda vez que sus raíces provienen de las ciencias agrícolas, ganaderas y silvícolas; la ecología, el Movimiento SocioAmbiental; el análisis de agroecosistemas indígenas y campesinos; los estudios sobre el desarrollo rural; la ecología política,… y la economía ecológica.

Entre sus principales objetivos están los de optimizar los sistemas agroecológicos, en vez de maximizar la cosecha y/o algún componente del sistema. Para ello considera fundamental sinergiar, al menos: viabilidad económica, productividad biológica, estabilidad en el tiempo, capacidad de adaptación y resiliencia, protección del entorno, equidad social,… y aceptación cultural. También emplea principios relacionados con el diseño del agroecosistema, la búsqueda de la salud del cultivo, la sostenibilidad del entorno, el manejo orgánico del suelo, el incremento de la materia orgánica, el aumento de la biodiversidad edáfica, la implementación de la estabilidad estructural, el manejo del hábitat, la diversificación espacial y temporal de la vegetación, el incremento de la entomofauna benéfica, el aumento de los sinergismos, etc. Asimismo utiliza estrategias tecnológicas que tratan de encontrar sinergias entre: nutrición de las plantas, control de plagas y enfermedades, manejo de la productividad del sistema, control de plantas indeseables, abonos orgánicos, mejora de la estructura, incremento de la vida del suelo, rotación de cultivos y policultivos, manejo de la biodiversidad, control biológico y natural, integración ganadera-forestal,… y otros manejos agronómicos.

La agroecología es otro modelo agrícola enraizado en los conocimientos ancestrales sobre el arte de cultivar la tierra

Hay incluso quienes argumentan que para recuperar la sustentabilidad del sistema agrario, también aporta una base científica con un enfoque teórico y metodológico multidisciplinar, que estudia la dinámica de los agrosistemas desde una perspectiva ecológica, y dentro de un contexto sociocultural y político determinado. Entre otros aspectos, su diferencia con otras ciencias radica en la firmeza de su anclaje en la ecología (lo que permite entender la finca como un ecosistema), el respeto e incorporación del conocimiento local/tradicional (lo que ha demostrado eficiencia y perdurabilidad a largo plazo) y su interacción con otras disciplinas científicas (para comprender la complejidad de interacciones de los diferentes factores que inciden en la actividad agraria).

La Agroecología es, sobre todo, una visión política que da respuestas a los problemas globales de la humanidad

Desde OSSALA (5)5, entendemos que la Agroecología es, sobre todo, una visión política para la construcción de nuevas sociedades que den respuestas urgentes a los problemas que nos acucian globalmente. Nuevos mundos, a escala local y en un plano global, en los que plantemos la vida en el centro. Uno de sus principales objetivos será poner en pie procesos que cuiden y sostengan cuerpos y territorios de forma sustentable; donde la producción, la distribución y el consumo de alimentos sean ambientalmente sanos, socialmente justos, económicamente viables, culturalmente apropiados, completos nutricionalmente, a través de sistemas agroalimentarios relocalizados. Apostamos por aquellas componentes políticas que desafíen las explicaciones que el propio sistema agroalimentario especulativo y globalizado nos da sobre: el hambre, la pobreza rural, la malnutrición, el consumo ecológico (como nicho de mercado),… y el cambio climático. Para ello debemos seguir redescubriendo, acompañando y construyendo prácticas y experiencias agroecológicas en todos los rincones del planeta, creando sinergias (donde la política tenga protagonismo) encaminadas a la defensa colectiva del olvidado patrimonio agrario.

La apuesta agrícola de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía es clara; cultivos intensivos y exportación entre otros

Una pregunta final; ¿el futuro agrario andaluz pasa por una agricultura intensiva, rentable para unos pocos o aprender el arte de cultivar la tierra?

Quisiera terminar como empecé, planteando a todas aquellas personas que han tenido la paciencia de llegar hasta aquí otra interrogante. Pero en este caso, y una vez leído el artículo, para que “auxilie” a reflexionar antes de responder a la del título: ¿El futuro agrario andaluz pasa por presionar a la U.E. para que apueste por una agricultura intensiva sólida, rentable para unos pocos,… e impuesta por políticas ecomomicistas, o bien por recuperar lo que se ha ido transmitiendo entre ingentes generaciones durante siglos, y que el Diccionario de la Lengua Española lo define como “el arte de cultivar la tierra”?.

Notas

OSSALA (2018). VII Congreso Internacional de Agroecología. Córdoba, 30, 31 de mayo y 1 de junio de 2018. Disponible en: http://www.osala-agroecologia.org/vii-congreso-internacional-de-agroecologia/

Otros artículos de Manuel Cala publicados en otragranada.org

 Crecimiento ilimitado o desarrollo sustentable. ¿Qué necesitamos los seres humanos?
http://www.otragranada.org/spip.php?article881

 ¡Piensa y contesta! ¿Si no protegemos nuestros suelos agrarios podrán alimentarse nuestras futuras generaciones? (con Rafael Félix
http://www.otragranada.org/spip.php?article878

 ¿Conoces la nueva Reglamentación Europea para la Producción Ecológica?
http://www.otragranada.org/spip.php?article877

 ¿Legaremos a las futuras generaciones el agua en mejor estado que está hoy?
http://www.otragranada.org/spip.php?article850&lang=es&debut_articles_rubrique=30

 Sin el protagonismo histórico pecuario. ¿Quién sustentará los caminos públicos en el futuro?
http://www.otragranada.org/spip.php?article860&debut_articles_rubrique=15

 ¿Sincretismo en la leyenda de San Isidro Labrador, Patrón de los agricultores y campesinos?
http://www.otragranada.org/spip.php?article869

 Saberes campesinos que supieron regular recursos y actuar sosteniblemente ignorados por la modernidad
http://www.otragranada.org/spip.php?article853

 ¿Legaremos a las futuras generaciones el agua en mejor estado que está hoy?
http://www.otragranada.org/spip.php?article850

 Los linderos agrarios son ecosistemas imprescindibles por los múltiples beneficios que nos proporcionan
http://www.otragranada.org/spip.php?article848

Por Veguita de Graná

El Domingo 9 de septiembre de 2018

Actualizado el 9 de septiembre de 2018