Reportaje. Paco Cáceres
Enero, frío y “helaero”. Ahora hay poco sembrado, los trigos están saliendo pero no se hielan. La planta está parada, pero la raíz sigue hacia abajo y entonces “matea”, es decir, pueden salir varias espigas, hasta cinco o seis, y no por ello pierden fuerza. Eso por tanto es bueno.
A recoger aceituna y llevarla al molino
Este mes es más parado. Sólo se coge la aceituna, la de aceite, porque la de verdeo se recolecta en noviembre, aunque aquí no hay verdeo. En Huétor Vega la aceituna se llevaba al molino Cerrillo que había junto al puente del río, entre Huétor y Cájar. Había otro molino en el barrio de Monachil, donde hoy está la Ciudad de los Niños, en éste andaban los rulos movidos por una burra a la que le tapaban los ojos para que no se mareara. Había otro molino primero de papel y luego de aceite por el Albaricoque, cerca de la cuesta de las Cabras, ya en el término de Monachil, pero éste no duró mucho. En este enero también se escardan los ajos y se prepara la tierra para poner las papas de febrero. No me resisto a transcribir lo que le leí hace poco a Hugo Blanco sobre la papa: “Calificaron de malditos a los alimentos de debajo de la tierra (papas, ocas, años, maca, yacón) por estar cerca del demonio. La más maldita fue la papa, pues el demonio había hecho que llevara el nombre del Santo Padre (Papa), por eso cambiaron el nombre al tubérculo que en España llaman patata, con cuya denominación ha pasado al inglés y otros idiomas. Años después, cuando los europeos tuvieron que recurrir a la papa para salvar a Europa de la hambruna, la reina de Inglaterra tuvo que ir al baile con una flor de papa en la solapa. “
En este mes también, si no llueve lo suficiente, se va regando, porque las heladas levantan la tierra para arriba y si se riega la tierra se asienta más y la planta se agarra más al suelo.
También se arreglaban los astiles de las herramientas y los arreos
Este tiempo también era y es aprovechado para cambiar los astiles a las escardillas, azadones o almocafres. Recuerdo que en la cuesta de los Naranjos había una finca cercada con acacias de esas con muchas pinchos. Y cuando las podaban en enero cogíamos varas grandes y se sacaban astiles para las herramientas que he dicho y también para hacer varas para varear las aceitunas.
También se arreglaban a las bestias los arreos, para cuando llegara la hora de empezar a trabajar fuerte, tenerlo todo preparado. Cuando acabábamos nos íbamos a jugar al rentoy a la taberna, aunque como no había dinero, la gente se tiraba todo el día y se bebía sólo dos vasillos de vino, algunos incluso lo fiaban y cuando echaban a trabajar lo pagaban.
Encuentro y bailes con vigilancia
Antonio, ¿Y qué hacéis en este mes que la faena es más escasa? Son días de frío, de chimenea, de lumbre, dándoles palos al mosto y al marrano. Antes era tiempo de encuentro; nos juntábamos en casas de unos o de otros y hacíamos rosetas y algún bailecillo. Éstos los hacíamos en domingo , aunque antes las diferencias sociales eran más claras y nos juntábamos los que éramos del mismo rango. Yo tenía unos amigos y organizábamos esos bailes, a los que Íbamos muchachos y muchachas, y las que no iban, y sus madres, criticaban a las que iban. Y eso que la vigilancia se llevaba a rajatabla. La madre del muchacho donde se hacía el baile tenía que ir a hablar con las madres de las muchachas que iban a asistir para asegurar de que iba a haber cuidado y que todo estaría bajo control. Para el día del baile juntábamos dinero y se contrataba a un hombre con acordeón al que le pagábamos diez o doce pesetas. A las diez y media ya se iba y se “esfarataba” la fiesta. Tocaba pasodobles, tangos..., aunque a veces no se sabía ni qué tocaba. De esos encuentros salían a veces parejas de novios. En otras ocasiones salían mal, recuerdo un baile que se interrumpió pronto porque la mujer de la casa donde se hacía se quejó porque nadie sacaba a su hija a bailar y por tanto paró al del acordeón y dijo; "se acabó el baile, cada uno para su casa". Y nos echó a todos.
Tampoco me resisto a contar lo que un colega maestro presenció en un pueblo del norte de Granada en los años setenta. En el pueblo se abrió una discoteca. En un principio, a ella no sólo iban las muchachas, también lo hacían las madres, que formaban una especie de círculo alrededor de la pista de baile. Iban provistas de una linterna que encendían para ver con claridad cómo se desarrollaba el baile de la hija; si consideraba que estaba muy cerca de su pareja, le hacía una señal indicándole que se separara un poco más. Por lo visto, los focos de las linternas eran una parte más de la fiesta; desde distintos puntos alumbraban de vez en cuando una parte de la pista donde estaba la hija de la interesada. Había que tener control.
Olla de San Antón solidaria
Para San Antón ya se hacía la olla en todas las casas, es una tradición. San Antón es el patrón de los animales. Era costumbre, cuando el marrano se ponía malo o para que no se pusiera, echar una promesa. Decían “Consérvamelo San Antón, que te voy a llevar una vela”. Y se la llevaban a la iglesia.
La olla de habas está muy buena y se hacía en todas las casas que podían. En esas ocasiones existía la solidaridad. Yo recuerdo que mi madre le daba un espinazo, una morcilla, media pata y un pedazo de oreja a la vecina que no tenía para hacer la olla. Y así hacía la mayoría. Eso sí, el pueblo era más chico y nos conocíamos mejor ; éramos como una familia. Estábamos los Arquelladas, los García, los Jiménez y los Hurtado.
El 17 de enero San Antón, se decía “Antón saca la viejas al Sol y luego las apedrea. Algo similar se dice en el refranero sobre febrero. “Febrerillo el loco, que sacó su padre a pasear y lo apedreó”. Haciendo referencia a que sale un día de sol y en poco rato puede caer una granizada.
Refranero de enero
– Lluvias de enero, llenan cuba, tinaja y granero
– Año que empieza lloviendo, entra riendo
– Agua de enero, cada gota vale un dinero
– En enero, suelo mojado, bueno para el suelo, malo para el ganado
– Año que hasta el nueve de enero nieva, mucho pan espera
– Enero llave de granero
– Si en enero oyes tronar, apuntala el granero y ensancha el pajar.
– Año ruin cuando llueve mucho en enero y nieva en abril
– Cabrito el de marzo, cordero el de enero
– De enero a enero carnero
– El pollo de enero, debajo de las alas trae el dinero
– El pollo de enero, sube a su madre al gallinero
– La pollada de agosto y enero, vale por un carnero
– Enero es caballero, si no es ventolero
– No hay luna como la de enero, ni amor como el primero
– De amores el primero, de lunas las de enero
– En enero nieblas, en mayo lluvias ciertas
– Si en enero la cigüeña para, la nieve será rara
– El que pela en enero, para el año entero
– El que coge la aceituna en enero, deja el aceite en el madero
– Enero caliente, el diablo trae en el vientre
– Gatos en celo, verás en enero
– Por enero florece el romero
– De enero a enero, el dinero es del banquero
– En enero busca la perdiz su compañero
– Al galgo más lebrero se le va la liebre en enero
– La flor de enero no llega al frutero
– En enero, plante ajero, a finales que no a primeros
– En enero suda el fresno
– El tronco de enero no lo pongas en el humero
– Enero, frío y sereno inaugura el año nuevo
– La nieve de enero en el alero
– Por los reyes los días y el frío crecen
– En las mañanas de enero, ni se dan los buenos días ni se quita el sombrero
– Enero, buen mes para el carbonero
– El son de enero poco duradero
– El sol de enero, sale tarde y se pone presto
– En enero, bufanda, abrigo y sombrero
– En enero enciende la abuela el brasero
– En enero no te separes del brasero
– En enero se hiela el agua en el puchero
– En enero, frío o templado, pásalo arropado
– Quien pasa el mes de enero, pasa el año entero
– Si hiela bien por enero, mucho llueve por febrero
– Enero, claro y heladero
– En el mes de enero se hiela la ropa en el tendedero