Juan García nos pone los pies en el suelo
Entrevista Paco Cáceres
Quedo con Juan García, agricultor de Cúllar Vega para charlar un rato. Juan pertenece a COAG y está muy ligado al movimiento de defensa de la Vega, participando de lleno en CODEAVE (Coordinadora en Defensa de la Agricultura y la Vega)y con Salvemos la Vega. Mis conversaciones con Juan, y con otros agricultores y técnicos, me sirven siempre para poner los pies en el suelo, para comprender que las problemáticas de la Vega son de difícil solución, pero no imposibles. Con ellos, con los compañeros que militamos en Salvemos la Vega tejemos la esperanza, que siempre pasa por el compromiso colectivo para buscar soluciones imaginativas que puedan hacerse realidad.
Juan y yo estábamos charlando y charlando, hasta que hubo un momento en que le dije; “Juan, esto no puede quedar entre nosotros, tenemos que comunicarlo”. Y con el cafelillo delante, en un bar de la Avenida Cervantes, se desgranó todo lo que va a continuación. Va en forma de entrevista para hacer más amena la lectura.
– ¿Lo de la crisis tiene que ver con la Vega?
– Pues mira con lo de la crisis, ahora falta tierra, hay mucha gente que trabajaba en la construcción y ahora quiere cultivar en la Vega. Si no se arriendan más tierras es por problemas de agua o porque el propietario pone muchas pegas.
– Pero en la agricultura han cambiado mucho las cosas. ¿No?
– Por supuesto. Antes con 5 hectáreas vivías, ahora necesitas 20 y muy mecanizadas. Los que tienen tractores necesitan más tierra para poder tener los mismos ingresos que antes. Y es que estamos a expensas del mercado puro y duro. Además, se ha acabado con el trabajo. Te pongo el ejemplo de mi pueblo, Cúllar Vega tiene una extensión de vega muy pequeña, unos 4’5 kim2. Hasta principios de los ochenta venían a trabajar gente de la Malahá, Tiena, Olivares..., pero ahora pueden labrar todas estas tierras con mecanización y pocos jornales ocho agricultores. Las políticas agrarias nos han conducido a eso; a que los agricultores necesitemos más y más marjales y, lógicamente, más trabajo, para seguir ganando lo mismo.
Ganadería y Vega
– La Vega es agricultura y ganadería. ¿Y la ganadería que significaba para la Vega?
– La ganadería está desapareciendo y eso es malo para la vega, Por poner un ejemplo; una explotación ganadera grande necesita 5 o 6 millones de kilos de maíz verde (panocha medio cuajada y hoja verde muy picada) para alimentar al ganado. Eso supone unas 91 hectáreas sembradas de maíz. Si desaparecen tres explotaciones ganaderas, pues ya tienes casi 300 hectáreas menos de venta de maíz en la propia vega.
Recordemos que la Vega es agraria (agricultura y ganadería). Nos contaba Ángel Baena, Director de la Oficina Comarcal Agraria de Las Gabias hasta su jubilación, que de Loja a Granada había unas 22.000 cabezas de ganado, que aparte de la producción de leche y carne, generaban grandes cantidades de estiércol para abonar la propia Vega que alimentaba a humanos y ganado. Con la entrada en Europa se impuso que la Vega no podía ser ganadera.
– ¿La agricultura siempre genera inseguridad?
– Cada vez que siembras es como si jugaras a la lotería. ¿Venderás bien el cultivo? ¿Habrá malas cosechas en otros lugares y por tanto se venderán las nuestras a buen precio? Fíjate, el año pasado se vendió muy bien el maíz, pero es que en Bielorusia y Rusia hubo malas cosechas, pero este año...El año pasado los que sembramos tabaco salimos perdiendo miles de euros, aunque eso fue por un problema de otra índole. Pero bueno, no sabes si vas a acertar; este año se han vendido muy bien las papas, pero los ajos morados se han vendido muy baratos,
– Y hay que venderlos como sea, ¿no?
– Claro, aunque puedes conservar los ajos en cámaras, pero tienes que alquilarlas, y si los precios no suben o incluso bajan, sales perdiendo porque los has mantenido pagando un precio por tenerlo en cámaras. Aquí siempre te las juegas.
– ¿Y cómo se venden en el mercado?
– Esos siempre ganan. Yo he visto los ajos a 5 euros el kilo, a mí me los compraron a 70 u 80 céntimos. ¿Cómo puede haber esa diferencia entre el precio de origen y lo que paga el consumidor?. COAG, organización a la que pertenezco, siempre ha reivindicado que no haya esas diferencias, pero ahí están
COAG junto a FACUA crearon el observatorio mensual de precios para ver la diferencia entre lo que cobra el agricultor y lo que paga el consumidor. La diferencia siempre oscila entre un 450-500%. La conclusión es clara, quien verdaderamente obtiene beneficios no es el que siembra.
– Pero habrá que salir de ese infierno para el agricultor. ¿Cómo?
– No lo sé, no lo sé.
Le hablo a Juan de los productos ecológicos, de la agricultura de proximidad, de abastecer al área metropolitana con productos de la Vega...
– ¿Sería una salida?
– Hay varias cuestiones a estudiar. La Vega produce tanto que tienes que exportar, cuando se te vienen encima miles y miles de kilos, tienes que darle salida de alguna forma. Por otra parte, la hortaliza, por ejemplo, es muy de temporada, aquí con los escarchazos no podemos tener en invierno, pero el consumidor se ha acostumbrado a tener de todo, todo el año, y la Vega no puede abastecer esas nuevas demandas de los consumidores. , en invierno podemos tener coles, brocolis, lechugas de invierno... pero otros productos no.
– Entonces, qué salidas ves
– Ahora mismo el agricultor no marca el camino, se lo marcan, vamos por donde ellos deciden, pero nosotros tenemos que buscar otros caminos, porque no podemos competir con el que tiene 600 o 700 marjales y posee maquinaria; y ojo, éstos no tienen para derrochar, tienen para vivir, pero hartos de trabajar.
– ¿Qué te parece la experiencia del Vergel de la Vega?
– Eso no es solución por ahora para la Vega por lo que te he dicho, porque cuando la cosecha está para venderla, tienes que darle salida a toda en poco tiempo. Si tienes muy poco, puedes, pero si quieres vivir de la tierrra tienes que tener más producción.
– ¿Cómo ves los nuevos cultivos con los que se experimenta en la Vega?
– Conozco el proceso de a stevia y yo experimento con la salvia hispánica (chía). Son cultivos nuevos que vienen de otros lugares, que hay que adaptarlos aquí. Se necesitan dar muchos pasos aún. La stevia se está investigando por dos caminos distintos, pero aunque todavía es pronto, pueden ser cultivos rentables.
Lo convencional es lo que domina
– ¿Qué os pasa a los agricultores? ¿Cuándo daréis el salto a la producción ecológica?
– Con lo ecológico los agricultores tenemos muchos miedos. Fundamentalmente nos asusta el cómo resolver técnicamente los problemas que se nos puedan presentar. Lo convencional te da más seguridad, eso sí, tienes que producir mucho para ganar poco.
– Pero ¿Y la satisfacción de producir alimentos sanos, sin productos químicos? ¿No hay un componente ético en la producción?: Obtener alimentos saludables
– Sí, es verdad, está lo ético que nos debía de orientar, pero desgraciadamente está por encima lo económico, este sistema está así, y para vivir tienes que producir mucho, y que se venda medio bien. Si quiero ser agricultor profesional tengo que tener una explotación rentable, y eso nos lo da, aunque nos pese, el tipo de agricultura convencional. De todas formas yo quiero llevar a cabo una experiencia con siembra ecológica.
Cuando habla Juan, ves, notas la trampa en la que meten a los agricultores. En cierta forma son trabajadores, sin sueldo seguro, de las multinacionales de las semillas, abonos y pesticcidas, de las grandes cadenas de distribución.
Agricultura y cooperativismo
– Aquí cada agricultor va a pecho descubierto, a lo suyo. ¿Por qué no presentáis batalla colectivamente? ¿Por qué hay tan pocas cooperativas agrícolas?
– Bueno, los agricultores no están muy convencidos, por otra parte ha habido algunas malas experiencias en ese terreno. Además, la Junta no apuesta por cooperativas de pequeño tamaño, apuesta por la unión de varias cooperativas, como ha pasado con el aceite, para poder competir con las multinacionales, al final entran en ese juego y se pierden los valores cooperativos y se entra en la dinámica capitalista. Fusionar, fusionar, fusionar, es el lenguaje que se utiliza, a veces esas macrocooperativas se comportan como multinacionales.
Preguntas en el aire
Juan se hace una serie de preguntas;
¿cómo comercializar sin que te tomen el pelo? ¿Cómo rentabilizar tu trabajo sin entrar en la dinámica de labrar más tierras, más mecanización, más competir con otros agricultores?
– Habría que investigar otras dinámicas, ¿no, Juan?
Seguimos hablando y hablando, de proyectos, de volver a formar el grupo de agricultores, técnicos (le hablo de la implicación plena de Jorge Álvarez, con el que trabajó en COUAGA) y Salvemos la Vega para abordar todas esas problemáticas, que demos pasos juntos, que hablemos, que demos respuestas a las preguntas que Juan plantea. Vamos dando un repaso geográfico para ver qué agricultores se pueden comprometer. Apuntamos nombres, hablamos de futuras reuniones. No es la primera vez que se intenta, pero mientras estemos dispuestos a partir y partir, aunque nos caigamos una y otra vez, hay esperanza. “Pero hay que conectar con la parte de Cijuela, Chauchina y esa parte de Vega” dice Juan. “Yo conozco alguna gente de por ahí. Los llamo y vemos si es posible”.
Muchos problemas por abordar. Pero sabemos que la Vega sólo podrá seguir adelante si buscamos respuestas conjuntas entre todos. En CODEAVE llegamos en su tiempo a un acuerdo; en vez de llorar ante un problema, sentémonos y busquemos una solución. Reiniciamos, pero conservando esa filosofía. En ello estamos
