"Nos movemos en torno a reivindicaciones para la mejora de la vida del barrio y de las mujeres. En ello nos beneficiamos todo el mundo"

Conocía a la Red de Mujeres desde los inicios del movimiento en defensa de la Vega, pero confieso que ha sido a partir de esta entrevista cuando he profundizado en el conocimiento de los objetivos, actividades y vivencias de estas mujeres que forman parte, junto a la Asociación de Vecinos y otros, de la historia viva del Zaidín.

Después de hablar con su portavoz Remedios Requena y con Mónica Rodríguez, coordinadora del programa Vecinas y Ciudadanas, camino por las calles del barrio con otra mirada. El Centro de Salud, los parques, el Centro cívico... no son obra de unos gobernantes preocupados por el barrio, sino que son conseguidos por las múltiples luchas de mujeres y vecinos por la mejora del barrio. Camino pues por la historia del barrio. Qué importante sería comunicar esto a los jóvenes para que comprendan que detrás de cada edificio público, de cada espacio del que disfrutan hoy día en el barrio está el compromiso constante de vecinas y vecinos organizados en la Red de Mujeres o la Asociación de Vecinos.

Correos de la Vega-www.otragranada.org. Paco Cáceres entrevista a Remedios Requena Fernández, Coordinadora de la Red de Mujeres

–  Hagamos un poco de historia de la Red

– La Red de mujeres del Zaidín empieza a gestarse en 1994 tras una convocatoria de la Vocalía de la Mujer de la Asociación de Vecinos del Zaidín que con el lema Y tú, mujer, ¿dónde te metes?, pretende que las mujeres participen en las fiestas del barrio. Acuden distintas asociaciones del barrio, que posteriormente, en 1998 constituyen la Red de Mujeres. Pero antes de esto, las mujeres del Zaidín ya tenemos un largo recorrido: a principios de los 80, un grupo bastante numeroso de mujeres empiezan a unirse para fines comunes, saliendo de la rutina y lo cotidiano, y en este “salir”, encontrarse consigo mismas, como personas que, además de fregar platos, planchar, guisar... se dan cuenta y se hacen conscientes de sus valores y capacidades, al mismo tiempo que miran la realidad y salen a la calle a reivindicar colegios para sus hijos, bibliotecas, centros de salud, casa de la cultura,... Al principio, no gozábamos de toda la simpatía; nos llamaron las “desocupás”, las “guerreras del Zaidín”.

–  Decís en uno de vuestros documentos; "Nuestros dos pilares fundamentales son el trabajo por los derechos de las mujeres y su papel en la sociedad ,y la contribución de las mujeres a la mejora del barrio". Sois pues, mujeres y zaidineras. ¿Cómo integráis las dos identidades?

– Bueno, son nuestros dos compromisos como Red. Y ambos; mujer y barrio, están íntimamente ligados. Nos movemos en torno a reivindicaciones para la mejora de la vida del barrio y de las mujeres; en ello nos beneficiamos todo el mundo. Por ejemplo, en cada fiesta reivindicábamos mejorar las escuelas, el centro de salud, tener locales donde poner en marcha una casa de la cultura, conseguir zonas verdes... Cualquier persona que se dé un paseo por el Zaidín puede admirar una zona verde, ver que hay un centro cívico, las escuelas funcionando, pero detrás de eso hay largos años de lucha, de trabajar por un barrio mejor.

- ¿Y por qué tenéis las mujeres más grado de compromiso por el barrio que los hombres?

– Nosotras luchamos por temas específicos de la mujer, pero hay que tener en cuenta que hay mejoras que nos benefician a las mujeres más que a los hombres, porque sentimos y sufrimos mucho más las deficiencias que haya en el barrio; por ejemplo, en el Zaidín somos las mujeres las que más vamos al centro de salud, a acompañar a nuestros padres mayores, a llevar a un hijo, a acompañar al marido, todo ello hace que tomemos más conciencia de las deficiencias, por eso estamos al frente de esas luchas. También pasa con las calles, si vamos con el carrito del niño pequeño o con la silla de ruedas de un familiar con discapacidad, somos nosotras las que vemos si hay un obstáculo, si el mobiliario urbano está mal colocado y nos dificulta el paso, las barreras arquitectónicas, las calles con baches...

- Aparte de reivindicar equipamientos, parques, etc; ¿qué otras cosas hacéis?

– Abordamos también el tema de los inmigrantes, los malos tratos, ponemos en marcha programas de educación y participación, como el titulado Vecinas y Ciudadanas, (Por el gran interés de este programa lo abordaremos específicamente en otro reportaje)

- ¿Actualmente qué líneas de trabajo desarrolláis?

Nos movemos fundamentalmente en cuatro campos de trabajo; por una parte aprovechamos días significativos para dar a conocer nuestras reivindicaciones; el día de la mujer, de la paz, la intercultalidad, los malos tratos, las fiestas del barrio... Ahí estamos, siempre organizando actividades. Una segunda línea es nuestra participación en la Junta de Distrito, que es el Ayuntamiento del barrio. Ahí tenemos voz, que nos hagan caso es otra cosa, pero bueno, al menos podemos expresar nuestras reivindicaciones.

Nuestra tercera línea de trabajo la desarrollamos en la Mesa de Transformación Social de Santa Adela. Esta Mesa aborda los temas de necesidades especiales del barrio y a ella pertenecen técnicos de administraciones, en concreto de la Junta de Andalucía (Salud y Educación) y Ayuntamiento (Servicios Sociales y Empleo) y la gente del barrio; nuestra Red de Mujeres, la Asociación de Vecinos del Zaidín y el Secretariado Gitano entre otros. Con esta Mesa, que funciona desde 2005, queremos coordinar los esfuerzos y recursos que se emplean en la zona. Lo positivo de esta mesa es que se sepan los problemas, qué se hace por solucionarlos y que haya un proyecto -y espacio- común de intervención entre instituciones y vecinas y vecinos, y aunque se ha avanzado poco, pero bueno, algo se ha hecho.

Una cuarta línea de trabajo muy importantes es la puesta en marcha del proyecto Vecinas y Ciudadanas que a su vez tiene varios programas y que está dinamizando el barrio en distintos aspectos, pero bueno, como este proyecto lo abordaréis en un reportaje especial, pues ya os informará la compañera que lo coordina.

- ¿Después de tanto dedicación al barrio qué valoración hacéis de vuestro trabajo?

– Bastante bueno, simplemente con que sigamos en pie cuando caen tantas cosas, cuando es tan difícil continuar luchando. El que sigamos ahí es muy importante para nosotras. Además, cuando pasas por el Centro de Salud, por el Centro Cívico, por el Hotel de Asociaciones (nosotros le llamamos “La Casilla”) o el Parque de la Avenida Emperador Carlos V, nos vemos en todo eso, vemos que ahí están nuestros avances, nuestros logros.

- Hablemos ahora de la historia de dos equipamientos significativos del barrio, para que la gente sepa cómo se consiguen las cosas. ¿Qué es el hotelito?

– La Casilla, lo que hoy se conoce como “El Hotelito” u “Hotel de las Asociaciones” era una antigua casa pública que la Asociación de Vecinos pedía que se arreglara desde el Ayuntamiento, pero ahí estaba, muerta. Un día nos metimos en ella la Red e hicimos una limpieza, sacamos toda clase de basuras y escombros. Queríamos que aquello se utilizara como local para desarrollar actividades. Y fue a raíz de aquello cuando el Ayuntamiento interviene tirando la casa, haciendo la obra y haciéndose cargo de aquello . Eso sí, nos prometieron que cuando funcionara nos dejarían un espacio para la Red, pero no lo cumplieron, no nos dejaron ningún espacio allí. La Red siempre ha luchado por las cosas y nunca ha conseguido tener algo digno para desarrollar nuestras actividades. Después de mucha lucha nos dejaron esta pequeña habitación en este espacio. (mirar el nombre)

- ¿Llovió el Centro Cívico del cielo?

– Claro que no. Empezaré diciendo que nosotras no queríamos un Centro Cívico sino una Casa de la Cultura. Al final es un edificio para las necesidades del Ayuntamiento como tal y no del barrio. Nosotras llamábamos “El Hoyo” al sitio donde está hoy el Centro Cívico, porque metieron unos hierros, lo vallaron y se quedó la cosa ahí, llenándose de hierbajos. Aquello no podía quedar así; la gente del barrio queríamos que se hiciera ahí la casa de la Cultura. Y nos metimos allí para reivindicar esa casa de cultura que deseábamos para el barrio, montamos una programación-reivindicación de 24 horas de fiesta, antes se limpió y se pusieron tiendas de campaña, y ante esa presión el Ayuntamiento hizo ya lo que hoy es el Centro Cívico, que por cierto, tampoco en él nos concedieron ningún tipo de espacio.

- ¿Participa la Juventud?

– La participación de las mujeres jóvenes es difícil, lo hacen en proyectos concretos, pero no en las labores de coordinación de la Red; ellas tienen otras ideas y otras necesidades. Además, hoy más que nada se mueven por encontrar un trabajo.

- ¿Está el barrio como queréis?

– Cuando damos una vuelta por el barrio no está ni como queremos ni como nos gustaría. Hace años eramos más reivindicativos todo el mundo y eso se notaba. Ahora se es más conformista. El barrio ideal nuestro es más participativo, más reivindicativo y con ello, con más peso en la Junta de Distrito (Ayuntamiento del barrio). Hoy, que el tráfico es un gran problema en el barrio, si tarda el autobús una hora la gente se queja en la parada, pero después no da el paso de organizarse para pedir la mejora del servicio. La gente no está dispuesta a moverse. A pesar de todo, aunque los tiempos no son como antes, aquí estamos todavía, con ganas de luchar, no nos conformamos ante lo que no está bien, lo que no funciona. Es verdad, como decía, que ha bajado el nivel de lucha, pero todavía hay mucha gente en asociaciones luchando por un barrio mejor. Eso sí, hay asociaciones que tendrían que tener una visión más amplia, por ejemplo, hay gente que entrena a niños para jugar al fútbol, pero no se plantean el luchar porque haya más pistas deportivas, si se necesitan, y la mejora de las mismas.

- ¿Algo que añadir para finalizar?

– Reconocer que en la mejora del barrio no hay una coordinación de las asociaciones porque tenemos claro que quien ha canalizado eso históricamente ha sido la Asociación de Vecinos.

Próxima entrevista a Mónica Rodríguez Ruiz, coordindora del programa Vecinas y Ciudadanas que se desarrolla en el Zaidín.