La manifestación, con gran cantidad de agricultores y sus familias de Cortes de Baza, recorrió el centro de la ciudad, finalizando frente a la Subdelegación del Gobierno, donde se corearon frases de rechazo a la política hidráulica y a la represión que se está ejerciendo sobre los opositores a las obras. Allí se leyó un manifiesto explicando las razones por las que las obras ilegales de conducción de agua a Baza, no se deben construir y la determinación de todo un pueblo a impedirlo.
El futuro de la vega del río Castril es la agricultura ecológica, en la que ya llevan años trabajando, y por eso la defensa del río y sus vegas, es vital para la población.
Esperemos que la demostración de solidaridad sirva para hacer recapacitar a los ideólogos de estas obras y opten por otras alternativas -si de verdad es necesaria el agua en Baza, cosa bastante discutible- que las hay, y que serían mucho más baratas y sin necesidad de tocar el río Castril ni su valle.
