Fernando Alcalde. Miembro de Buxus y colaboraddor de otragranada.org
Con información, sensibilización y diversas acciones, ciudadanos motrileños salvaron la Charca de Suárez
Hay que recordar que este espacio, situado en la costa de Motril, estuvo condenado a su desaparición tras ser clasificado su suelo como urbano y urbanizable e, inmediatamente, por el intento del propio ayuntamiento de construir un albergue juvenil que fue contenido por la ocupación física del espacio por parte de las asociaciones ecologistas y culturales del momento, con el apoyo, hay que decirlo, de alguna fuerza política.
Siguió a esto una intensa labor de difusión de sus valores naturales entre la población motrileña, especialmente la escolar, y la sensibilización de algunos cargos políticos, proceso al que siguió con la desclasificación del suelo y la expropiación o permuta por parte del Ayuntamiento y, finalmente, por su declaración como Reserva Natural Concertada.
En este recorrido, los colectivos sociales no cejaron en la intervención sobre el humedal, abriendo las láminas de agua, reforestando y manteniendo las acequias que lo abastecen y presionando para ampliar su superficie inicial (14 hectáreas), lo que se logró a través de la aprobación del vigente PGOU donde se incluyeron algo más de 20 nuevas hectáreas.
En las jornadas se estudiaron las amenazas, pero también el enriquecimiento de la Charca y se reconoce la lucha de Paco Tarragona con la colocación de un busto
En estas jornadas se ha analizado la bondad de las acciones realizadas en su restauración, los problemas a los que se enfrenta, especialmente las graves amenazas en forma de puertos deportivos que se ubicaría en el límite occidental, cambios en el uso de la vega y abandono de la agricultura o estrangulamiento del acuífero, con pérdida de aportaciones hídricas tras la construcción de la presa de Rules, y también algunas soluciones a todos ellos. Así, garantizar el caudal ecológico del río Guadalfeo, impedir el entubamiento de las acequias, construir cunetas verdes y áreas de infiltración de lluvias en las proximidades o rediseñar las características de la marina interior proyectada, pueden ayudar a evitar las afecciones más graves al humedal.
Pero fue un consenso generalizado que el espacio ha ganado en biodiversidad y densidad de especies, en valoración y uso por los ciudadanos y que, la clave de todo ello, es la fuerte implicación de los ciudadanos en su preservación y mantenimiento.
Por esto, al finalizar las jornadas colocamos un busto, sufragado por Buxus, en memoria de uno de los pioneros que estuvo a la cabeza de este movimiento y que sin duda fue el más persistente: nuestro amigo Paco Tarragona. A esta inauguración asistió un gran número de compañeros, familiares y amigos.
Más aves y plantas acuáticas
Así se ha constatado un incremento notable tanto en el número de ejemplares como en el número de especies presentes, especialmente de la aves acuáticas. Esto ha sido posible, entre otros factores, gracias a la mejora de la calidad química del agua de las lagunas, muy deteriorada por los vertidos industriales y los restos de abonado de las labores agrícolas, y que ha podido ser corregida a través de la introducción de plantas acuáticas que han oxigenado las masas de agua a la vez que sirven de alimento y refugio al conjunto de las especies del ecosistema.
Asimismo, se ha puesto de manifiesto el interés de la Reserva Natural para otros grupos de animales y plantas, especialmente los insectos, de los que se están describiendo numerosas especies.
40.000 personas han visitado ya la Charca. Destaca la labor de l os voluntarios y la educación ambiental
Todo ello se traduce en un incremento de la valoración del espacio por los ciudadanos, que desde su apertura al público hace seis años ha recibido a más de 40.000 personas, siendo visitado cada vez más por grupos de fuera de nuestra comarca que se desplazan expresamente para su visita.
Una de las singularidades de la gestión del humedal, que fue especialmente destacada, es la de la fuerte implicación social y la calidad del programa de educación ambiental que en el se lleva a cabo. Hay que indicar que gran peso del conjunto de las actuaciones que se realizan en el humedal se llevan a cabo por voluntarios ambientales que de forma desinteresada realizan funciones de mantenimiento (desbroces, reparación, eliminación de especies exóticas, colocación de nidos) y de investigación, cuya labor ha sido ampliamente reconocida a través de diferentes premios de carácter nacional e internacional.
