Salí por los Rebites y vi el valle desde todo lo alto. Todavía el Sol no se había liberado de alguna nube que rondaba por la Sierra
Bajé, todavía no me doy cuenta de la edad que tengo, por un terraplén para no dar una vuelta grande. Desde todos los puntos, el valle se despertaba hermoso.
Este caqui empezó a vestirse de otoño
El membrillo disfrutaba de un veranillo que no era el suyo. ¡Vaya octubre!
El río me anunciaba su cercanía. Unos árboles y zarzas después, apareció como un sueño.
Tenía yo ganas de ver la toma de la acequia Gorda de La Zubia. Y mira por donde, llegó el día.
Ya desde allí, no podía seguir junto al río, no había paso. Subí por una cuesta empinada y ya vi Monachil.
Lluegué a Monachil y me di una vuelta por él. Me gusta, tiene sabor a pueblo. Menos mal que los bárbaros no lo convirtieron en una Armilla o un Atarfe... ¡Aunque lo intentaron!
Toca volver; ahora por la Acecolilla y el Albaricoque, acequias de la parte derecha del río. A la salida, unas cabras fueron la primera estampa
Puedes escoger caminar por la Aceolilla, el Albaricoque, La EStrella, Jacín... ¡Todo un lujo! Y al final no tienes el cajero del Corte Inglés
Con el Sol ya como dueño empieza el juego de luces y colores. El Valle se presta a estas composiciones
Un festín de plantas. Esta altavaca disfrutaba de buena salud cerca del agua. Sus hermanas de la Sierra tienen peor cara
El gato que estaba en el camino me miró como dicienod ""Ande" irá éste? ¿Traerá buenas intenciones? Por si las moscas se largó. Tenía que haberle enseñado el carnet de la Protectora de Animales
Y un molino. Tanta historia, tanta vida; economía... hoy abandonado.
El Valle empezó a asomar de nuevo en todo su esplendor
Dejé atrás el Cerro de La Encina, por este camino se podía ir
Miras y te extasias
Cambié el camino de otras veces y bajé buscando las huertas. En la primera que hablé con el agricultor le dije;
– ¿Este año no se irá el verano?"
– Al final en "Graná" vamos a tener tres estaciones-me respondió.
Me comía la curiosidad y pregunté
– ¿Cuáles?
– Pues... Invierno, verano... y la del AVE
Aquello sirvió para despotricar del AVE a nuestras anchas. Coincidíamos que ninguno pensábamos ir a Madrid y que menudo gasto.
Bueno, pues p,alante
Mira por donde le hice la foto a Juan de Dios, de él me habló el guarda del Cerro de la Encina. En esta ocasión, salió un excursionista de la finca y me fui hablando con él. "Éste es Juan de Dios y sabe muchas historias. Nació aquí y no puede seaparse de su campo". Las palabras de Pepe, mi acompañante, me hicieron pensar; "este es mi hombre". En unos días libreta en mano y cámara al hombro, a pedirle que desgrane historias; seguro que son más tiernas y sentidas que el panorama nacional; serán palabras e historias contra el asco
Ya quedaba poco para llegar a Huétor Vega, pero todavía podíamos disfrutar del paisaje
Huétor al fondo, el paseo tocaba a su fin... ¡Anda! se me olvidó coger el hinojo para Mª Ángeles y Augusto! Pues nada, subí para arriba, para el camino de los Neveros, me metí como para el Balcón del Genil, me adentré en el monte y allí había buenos manojos de hinojo sin carreteras a los lados. Cogí buenos matojos y misión cumplida.
Os confieso, el panorama nacional, incluso el local me tiene un poco desconcertadillo, a vecesel ánimo coge cuesta abajo, pero nada, no necesito pastillas, hago paseos como éste y vuelvo como un niño chico harto de dormir.
Hasta la próxima