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El Plan Especial de la Vega no es la respuesta

Rosa Félix. Miembro de Democracia en Acción y Salvemos la Vega

El POTAUG, fruto de la ideología “desarrollista” dominante de los años 90, mitificaba las grandes infraestructuras viarias y los desarrollos urbanísticos ilimitados. ahora nace el Plan ESpecial de la Vega, que mantiene la misma filosofía, ya que actúa en los márgenes que deja el desarrollo urbanístico local. En palabras de un miembro del equipo responsable de la Consejería: “el POTAUG tiene objetivos más amplios porque el Plan Especial de la Vega es un Plan para ordenar exclusivamente los espacios públicos existentes en la Vega”.

Vega de Granada. vista aérea (foto de la Junta de Andalucía)

Rosa Félix, concejal de Atarfe y miembro de Salvemos la Vega y Democracia en Acción, ha luchado sin descanso contra la especulación urbanística y la corrupción en su municipio, lo que le ha supuesto más de un quebradero de cabeza y, muy triste, su expulsión del grupo municipal de IU, por oponerse al pacto de su antiguo grupo con los gobernantes herederos y ligados a todas las irregularidades urbanísticas de Atarfe. Rosa, incisiva en sus análisis, nos envió unas anotaciones sobre el Plan Especial de la Vega, haciéndonos hincapié en que era una reflexión inacabada y falta de pulir y, por tanto, no publicable aún. No obstante, ya que consideramos sus anotaciones de gran interés, le hemos pedido permiso para publicarlas. Contribuimos con ello al debate sobre el Plan Especial, la Vega y, de paso, el POTAUG.
Gracias Rosa. Recuerda, las reflexiones siempre son inacabables.

El Plan Especial de la Vega no es la respuesta

El Plan Especial de la Vega (PEV) ve la luz 12 años después de la aprobación del POTAUG, Plan de Ordenación supramunicipal que nacía con una enorme limitación por respetar, en gran medida, los desarrollos urbanísticos previstos en los pueblos de la Aglomeración y por convertir gran parte de lo que debían haber sido Normas marco (cumplimiento obligado) para los desarrollos urbanísticos locales en recomendaciones (sólo consejos), plegándose al fervor expansivo del urbanismo metropolitano.
El PEV mantiene la misma filosofía, ya que actúa en los márgenes que deja el desarrollo urbanístico local. Además, en palabras de un miembro del equipo responsable de la Consejería: “el POTAUG tiene objetivos más amplios porque el Plan Especial de la Vega es un Plan para ordenar exclusivamente los espacios públicos existentes en la Vega”.

Sobre el POTAUG

Gran parte del diagnóstico y las estrategias previstas en el POTAUG eran asumibles, y si se hubieran desarrollado habrían servido para ordenar la Granada metropolitana. Sin embargo, el Plan no se dotó de un organismo que coordinara las actuaciones previstas de las administraciones. Pasados 12 años, no se ha cumplido casi ninguno de los objetivos que se trazó. En cuanto a las infraestructuras viarias incluidas en el Plan, afortunadamente sin desarrollar muchas, más que articular el territorio comunicando unos municipios con otros, tenía el efecto de segmentar más aún el suelo productivo de la Vega. Sin duda, el POTAUG, fruto de la ideología “desarrollista” dominante de los años 90, mitificaba las grandes infraestructuras viarias y los desarrollos urbanísticos ilimitados.

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El Plan Especial puede ser una oportunidad perdida

12 años después, el PEV hubiera sido una oportunidad para, ante los ejemplos de movilidad diferentes de otros lugares, replantear de forma crítica la articulación territorial metropolitana, estimulando así nuevas formulas más sostenibles que potenciaran el transporte público, el ferrocarril de cercanías y la bici . No ha sido así, aquí las revisiones, para hacer más impacto, las hace el Ministerio de Fomento; recordemos la nueva variante exterior de Granada, de la que parte del nudo de El Chaparral en la A-44 transcurre por el Este de Atarfe, cruzando toda la Vega Central, o el nuevo trazado de la Carretera de Córdoba. Estas obras, paralizadas después, han arrasado los mejores suelos de Vega.

Respecto a los otros sistemas estructurantes del POTAUG, con diseños y normativas claras, que querían proteger amplios espacios de gran valor ecológico, ambiental o productivo, creando vínculos con los núcleos urbanos, nada se ha hecho en todos estos años. Al contrario, no ha habido espacio libre de la Aglomeración, muchos con restricciones de uso y la protección del POTAUG, que no haya sufrido los embates de la especulación urbanística y la depredación de algunos ayuntamientos. Muchos desaparecieron bajo los campos de Golf actualmente abandonados como el de Medina Elvira Golf. No obstante, la sola existencia del POTAUG ha sido un pequeño freno, un arma, aunque muy limitada, que ha tenido el movimiento ecologista para denunciar, más que para detener, proyectos urbanísticos insostenibles. En cuanto a la Vega, ha sido un espacio a merced de los intereses especulativos, de una profusa vulneración de la legislación urbanística y medioambiental y de una red de complicidades locales, que han relegado a un segundo plano el desarrollo sostenible de la agricultura y de la ganadería.

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El Plan Especial regula aún menos que el POTAUG

El PEV no ahonda en los elementos de protección que contenía el POTAUG. Regula menos y es menos ambicioso en los ámbitos y en las restricciones, y mucho menos descriptivo. De este modo, más que un instrumento que dé un mayor impulso al POTAUG, está concebido para reducir su potencial y reinterpretarlo desde un enfoque de parque temático al servicio de lo “urbano” (no de lo rural y agroalimentario). Ya nos contentaríamos con que el Plan Especial se hubiera limitado tan solo a elaborar un Plan para poner en marcha lo que el POTAUG proyectó en su día.
Es sintomático que uno de los arquitectos que redacta el PEV también haya redactado PGOU, Adaptaciones Parciales y Planes de Ordenación intermunicipal que respaldan los desarrollos urbanísticos más agresivos contra la Vega y los Espacios protegidos, avalando los intereses de políticos locales y promotores privados sin escrúpulos.

El Plan no dice nada nuevo y sólo oferta ocio

El PEV comienza con una Declaración propositiva de cuál debe ser su objeto de análisis y propuestas, muy prometedora: el papel de la Vega de Granada en el marco de la aglomeración urbana. La agricultura de la Vega, el agua, los regadíos y el sistema fluvial. Recursos e infraestructuras esenciales. Las infraestructuras viarias y su incidencia. El paisaje y el patrimonio. Los espacios públicos. Diversificar la oferta de ocio y recreo.
Sin embargo, ni el análisis dice nada nuevo ni las propuestas van más allá de una oferta de ocio en terrenos de la Vega consistente en una Red de Itinerarios, apoyados en los principales ríos de la Vega (Genil, Monachil, Dílar, Beiro, Juncaril, Salado y Cubillas), y sobre los cuales se articulan los demás itinerarios la red de caminos, los carriles-bici. En total, 185 km de itinerarios que recorren el conjunto de la Vega. Esta red aprovechará el dominio público hidráulico, las zonas afectadas a la red hídrica de la aglomeración, es decir 100 m. a ambos márgenes. Además, se tiene previsto las áreas de ocio y recreo, los miradores y los espacios libres extensivos. Como espacios extensivos tres enormes parques, algunos estratégicamente situados cerca de grandes superficies comerciales, uno de los enormes cánceres de la Vega.

El Potaug fue incapaz de parar esto. el Plan Especial protegera menos aún

El modelo de uso público va dirigido al ocio y a la diversión y tiene una perspectiva urbana y urbanística, en el sentido más limitativo de la palabra. Por ejemplo, el tratamiento de los bordes urbanos. Sin duda, los bordes urbanos son un problema en los municipios de Granada, son zonas degradadas porque, en los últimos tiempos, la hegemonía de un determinado modelo de ciudad sobre el campo ha generado suelos urbanizables abandonados, convertidos en vertedores y en solares improductivos que han rodeado los pueblos del Área Metropolitana. Los bordes urbanos no eran un problema hace pocos años cuando los pueblos miraban hacia el campo y la actividad agrícola era importante y respetada en la Vega. Tampoco son un problema en otras zonas de España o de Europa donde existe un equilibrio productivo y se defienden los valores y la producción del campo que se tiene más cercano. Esto podría pasar en Granada si de forma inteligente volviera a ponerse en valor una de las fuentes de riqueza y de empleo más importantes que tiene la provincia: la Vega de Granada.

Respecto al ámbito de actuación.

El Plan recoge la zona estricta de la denominada Vega de Granada. No obstante, fuera del ámbito delimitado por el Plan existen otras vegas de los afluentes del Genil que constituyen con el río principal un sistema fluvial interconectado, que forman parte de la Aglomeración. Circunscribir el ámbito estrictamente a la zona más cercana al Genil puede comportar contradicciones de difícil solución. Por ejemplo el río Cubillas entra en el PEV tan solo en su tramo Sur, su tramo norte con una vega fértil y un soto protegido ha sufrido los embates de la especulación y queda fuera del Plan. Reducir el ámbito a la Vega de Granada, en sentido estricto, plantea contradicciones como las expuestas: ¿cómo proteger el sistema hídrico del Cubillas si gran parte de su tramo está en peligro?, lo mismo pasa con el Genil, a su paso por Cenes, que queda fuera del PEV.

¿El Plan Proteger y dinamizar la Vega

Propuestas al Plan

Antes de Septiembre deberíamos poner en pie una batería de propuestas realistas e innovadoras, algunas de ellas ya se apuntan en la encuesta que hizo la Consejería a agricultores, a comunidades de regantes, a movimientos ciudadanos y a miembros de “Salvemos la Vega”, y que por cierto no se han tenido en cuenta. Esas propuestas deben surgir de una doble dinámica: por un lado, el análisis crítico, en cada uno de los municipios afectados, de la situación actual de la articulación territorial, en especial de los espacios protegidos por el POTAUG: suelo productivo y espacios Libres: extensivos y lineales, valorando el efecto que el PEV tendría sobre ellos, y, por otro, debemos implicar en la ciudadanía en un proceso participativo para que lo que aportemos sea fruto de un debate y una toma de posición colectiva. En Salvemos la Vega tenemos una serie de documentos que pueden proporcionar bases para que la Vega pueda ser protegida y dinamizada, a ellos nos remitimos (la Vega BIC como Zona Patrimonial, Plan de Dinamización de la Vega, Granada vista con ojos sostenibles, etc. etc.).
Por último, la agrupación de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio en una sola Consejería es una oportunidad única para dejar aparcado este PEV e iniciar otro que mire y proteja la producción de la Vega. Un Plan mucho más ambicioso, que parta de una valoración crítica del desarrollo del Área Metropolitana de estos últimos 12 años, un Plan más acorde con los tiempos que vivimos que demandan nuevas estrategias de empleo endógenas y sostenibles.

Dieciséis años después del nacimiento de Salvemos la Vega, seguimos con el debate.

Por Veguita de Graná

El Miércoles 27 de junio de 2012

Actualizado el 27 de junio de 2012