Fue a principios de este siglo cuando Necesitamos la Vega entró en contacto con Jorge Álvarez, gerente entonces de COUAGA, y otros dirigentes campesinos y de cooperativas agrarias para dar una alternativa económica a la Vega de Granada. Fruto de aquellas reuniones que celebramos fundamentalmente en Purchil, nació el “Pacto Granadino por la Vega”, documento que serviría de base para elaborar en 2006 el “Plan de Dinamización de la Vega de Granada”. Jorge ocupó posteriormente cargos de gran responsabilidad en FAECA y Agrocolor hasta que hace poco se jubiló. Desde el primer contacto siempre formó parte del movimiento en defensa de la Vega. Ahora que varios jubilados hemos conformado un grupo de trabajo; “La Vega, Sí”, Jorge hace reflexiones y plantea alternativas para ponerlas sobre el tapete y que sirvan para generar el debate que tanto necesitamos para dar alternativas sólidas. En esta ocasión Jorge tiene claro que se puede vivir de la Vega, pero si el agricultor o agricultores se organizan bien. El debate está servido
Jorge Álvarez del Toro, ingeniero agrónomo y miembro de Salvemos la Vega
Sí, se puede vivir de la tierra, pero organizándose bien
Jorge Álvarez. Ingeniero agrónomo y miembro de Salvemos la Vega
Desde Salvemos la Vega , después de muchos años de experiencia en trabajos con el campesinado, las estructuras oficiales y las características del medio, nos preguntamos si los agricultores de la Vega podrían vivir de su trabajo ; nosotros decimos que si, bajo ciertas condiciones. Para empezar, algunos creemos que independientemente de la forma de pensar de cada cual, del tipo de producción que se quiere; ecológica, convencional, integrada; Independientemente de eso se ha de buscar la eficiencia de la empresa. Si se quiere vivir de las labores de campo, la experiencia muestra que debe haber una planificación de las siembras, planificación para conseguir las semillas, una disciplina de almacén y un desarrollo de la logística.
Consideramos que producir, presentar, cumplir y vender es una cuestión técnica, aunque siempre ligada a un proceder ético, y que el mejor ente para desarrollar esas tareas es la Sociedad Cooperativa, no solo por los principios que la sustentan, sino también porque hay créditos, subvenciones, beneficios fiscales; una asociación como FAECA, que es su gremio y que aconseja y defiende a los interesase cooperativos.
Condiciones necesarias para posibilitar el poder vivir de la tierra
– Planificación de siembras: las inquietudes individuales y sin planificación colectiva conllevan el que se produzca poco en ciertos productos y que, sin embargo, se produzcan mucho de otros en un relativamente corto espacio de tiempo. Por lo que lo lógico es que se haga una planificación atendiendo al número y tipo de socios, cualidades de los terrenos, mecanización etc.
– Planificación para la obtención de semillas : optando por utilizar semillas de la zona o que no sean híbridos, existen agricultores de otras zonas y la Red Andaluza de semillas que puede proveer de las mismas.
– Disciplina de almacén : la mercadería que se produce debe tener una clasificación y una presentación teniendo en cuenta su calidad. En todas las producciones hay categorías y la mercadería debe ser vendida y cobrada en base a las mismas y a su vez si tener mejor mercadería proviene de un mayor esfuerzo o de tareas bien hechas sería injusto no premiarlas o sacar mejor valor de la venta.
– Desarrollo de la logística:
a) La logística en lo que hace a insumos al estar en una Cooperativa y contando con los servicios, por ejemplo, de SUCA (Cooperativa de insumos de FAECA), se pueden hacer compras en conjunto de insumos con el consiguiente abaratamiento de los mismos.
b) La logística de las entregas, una vez obtenida la mercadería debe tener una planificación y unos medios, para hacer las entregas oportunas, en el momento indicado y con los vehículos indicados.
Un ejemplo práctico
Vamos a poner un ejemplo con el fin de ver cómo se mueve toda la maquinaria y la función de la Cooperativa y de la Asociación.
Supongamos que hemos hecho un convenio con dos restaurantes que quieren tener en su carta productos de la Vega y que ellos consideran que sería un atractivo para su clientela. Y supongamos también que para tal fin se ha hecho un contrato. Al restaurante le interesa tener variedad, en la medida de lo posible durante todo el año, y exige que la mercadería esté servida todos los días de la semana, menos el lunes que cierra, a las 7,30 h. puesto que en base a eso completa con compras en Mercagranada de aquello que no le sirve la Asociación. Ellos pagarán por ejemplo en un principio un precio equivalente al del mercado, pero exigen un 70% de primera calidad, por lo menos.
Algunas funciones de la cooperativa y la asociación
La Cooperativa, por lo tanto debe planificar una entrega anual con la mayor cantidad de especies y para ello se determina que cada socio ponga un poco de su terreno para cada variedad o que haya algunos que se especialicen en dos o tres variedades solamente. He aquí cuando interviene la Asociación, que a su vez, debe determinar cómo será la distribución equitativa de la ganancia que se genere, dado que cada socio interviene en la economía general de la Asociación.
La Asociación entonces ordena a la Administración de la Cooperativa, que proceda a los pagos equitativos.
La planificación y asignación de cultivos, la obtención de los insumos, principalmente las semillas, la reproducción de plántulas, la obtención de un furgón, camión pequeño, maquinaria, etc., como así también la relación con FAECA para la obtención de subvenciones, los pagos en general y la obtención y mantenimiento de un Técnico y un Administrativo, son tareas propias de la Cooperativa.
La Asociación deberá determinar cómo será conformado el Consejo Rector y las Autoridades de la Cooperativa.
Resumiendo; se puede vivir de la Vega, pero con criterios profesionales
Para no abundar más y en aras de generar una debate entre nosotros mismos si ha lugar, damos por terminada esta primera entrega.
En fin, reiteramos la idea primera; se puede vivir como agricultores en la Vega , pero si se adopta un criterio profesional y de organización y obviamente de estricto cumplimiento, sin perder las raíces humanísticas, normalmente ausente en estas labores.
