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Hay que trabajar por hacer a los inmigrantes iguales y no víctimas, “pobrecitos” a los que hay que ayudar

Silvia Koniecki. Coordinadora de Granada Acoge

Silvia se muestra preocupada cuando no se habla de derechos, sino de simple beneficencia, por ello nos dice que tenemos que reivindicar la sociedad que queremos. También nos habla en esta entrevista de ejemplos de solidaridad entre mujeres inmigrantes y autóctonas en barrios como el del Zaidín. Silvia Koniecki, es la Coordinadora de Granada Acoge, asociación que trabaja desde 1987 con la población inmigrante para conseguir que estas personas se desenvuelvan de forma independiente y puedan tener una vida digna

Silvia en un momento de la entrevista

Silvia Koniecki. Coordinadora de Granada Acoge habla con otragranada.org

Entrevista realizada por Paco Cáceres

¿Qué situación vive el inmigrante en la actualidad?

Aunque la crisis golpea a todos, las personas inmigrantes tienen dos problemas añadidos muy importantes; por una parte el temor a perder la documentación. Para que esto no ocurra, deben tener un trabajo de un año a tiempo completo. Eso es muy difícil. En el régimen agrario hay excepciones. Hay que destacar que en la Costa y en la provincia hay muchos inmigrantes que trabajan en la agricultura, También en algunos lugares del área metropolitana, como Vegas del Genil. En la actualidad, con lo difícil que está conseguir trabajo, los inmigrantes se sienten más indefensos, con el temor siempre presente, porque si pierden la documentación se quedan sin respaldo y ya no pueden trabajar legalmente. Es el gran problema.

Por otro lado, una gran parte de ellos no tienen redes familiares. Si han perdido la casa por una hipoteca o no poder pagar el alquiler no tienen a dónde ir, ni padres ni hermanos a los que acudir. No tienen esa red familiar para no caer en la calle. El sistema del ladrillo permitía la mano de obra, había trabajo y la población aceptaba que hubiera inmigrantes, aunque no siempre se consideraba que tuvieran los mismos derechos. Alguna gente pensaba que, el trabajo de los inmigrantes contribuiría a que cobremos las pensiones en un futuro. Sin embargo en tiempos de crisis se les acusa de chupar del bote aunque hayan cotizado muchos años. La situación es de precariedad, es muy complicada. La población inmigrante, aunque esté formada, suele tener un solo nicho de empleo; el servicio doméstico. Son trabajos duros y ejercidos por las mujeres porque , siguiendo los valores tradicionales que relegan a la mujer al ámbito doméstico, se suele pensar que ese trabajo es un rol que ha de asumir la mujer. Con esta situación, actualmente son las mujeres las que están sosteniendo la economía familiar.

Una de las campañas de Granada Acoge

Ante la situación de crisis; ¿están volviendo los inmigrantes a sus países?

Se van cuando sus países no están destrozados. Algunos latinoamericanos regresan, pero los africanos no. Allí la crisis es peor. Muchos no se pueden plantear regresar porque no tienen absolutamente nada y en ocasiones son países en guerra. Allí no tendrán ninguna oportunidad de salir de situaciones descorazonadoras de pobreza. Hay casos de mujeres que pierden el trabajo y la vivienda y no regresan porque no tienen ni para regresar. Por otra parte a las mujeres africanas les cuesta más encontrar trabajo en el servicio doméstico porque hay una resistencia por parte de mucha gente a emplearlas.


En el Zaidín tenemos muchos ejemplos de solidaaridad entre mujeres inmigrantes y autóctonas


¿Asoma la solidaridad en momentos tan difíciles?

Sí. En estas situaciones hay mucha solidaridad. Entre las mujeres, tanto inmigrantes como autóctonas, se cuidan los hijos para que la madre pueda trabajar o salir a buscar un empleo. En el Zaidín tenemos muchos ejemplos. En Granada Acoge trabajamos con otros colectivos, por ejemplo, con los Bancos del Tiempo. Con la vivienda se da el compartir, donde vivía una familia, viven dos. También hay una red para poner en contacto los distintos bancos del tiempo. Hay experiencias interesantes, como mercadillos solidarios utilizados como intercambios. Un ejemplo es el Banco del Tiempo del Zaidín, aunque también los hay en otros lugares.

Hay muchos casos de mendicidad en Granada. ¿A qué se debe?

Antes no había mendicidad subsahariana. Ahora sí. Se le ha estrechado mucho el cerco a las personas que viven de la venta ambulante, sufren acoso de la policía. La venta ambulante era la forma de buscarse la vida de muchos de ellos. Y si eso falla...Todo eso genera una situación que les hace caer en la desesperación. Sufren mucha ansiedad por el propio desarraigo, por tener lejos a los suyos, en alerta siempre por temor a que te coja la policía; además, sufren los pequeños rechazos cotidianos de algunos ciudadanos, por ejemplo, el mejor no me siento en ese asiento porque al lado hay un inmigrante. Todo eso carga emocionalmente a la persona y se creen, real o imaginariamente, discriminados. Este cuadro emocional es difícil de llevar. Son situaciones muy complicadas en las que no tienen nada ni perspectivas de mejorar.

Granada Acoge trabaja en red entre otros con los Bancos del Tiempo

La única salida que te queda para sacar algo, que antes era la venta ambulante informal, es la mendicidad, aunque sea para pagar el alquiler. Por otra parte no hay albergues suficientes ni puedes estar en ellos todos los días que quieras. Tampoco tienen suficiente con lo que le dan el Banco de Alimentos. Por eso intentan vender en mercadillos, buscan trabajar en las aceitunas, hay mucha movilidad buscando empleo. Pero la situación está muy difícil. Jaén Acoge nos dice que no hay prácticamente nada en la aceituna y que muchas personas que acuden a la provincia a para trabajar deambulan sin tener trabajo, por eso nos dicen que les digamos que no vayan para allá.

En cuanto al tema de vivienda, intentamos mediar en casos de desahucios. Se va a servicios sociales, pero con los recortes... hay ONG que dan ayudas puntuales, pero los recursos son muy, muy limitados. Las ofertas de empleo son mínimas. La gente intenta moverse, irse a otros países, pero cuando ya tienen hijos que se sienten parte de aquí, ya hay arraigo y es más difícil irse. Es lo que llamamos “la identidad partida”.


El uso que hacen los inmigrantes de la sanidad públlica es menor que el que hacen los autóctonos


Tal como nos dibujan la situación parece que el inmigrante es el causante de muchos gastos; ¿no?

Al inmigrante siempre se le ha visto en términos económicos. Hay mitos, se decía que tienen mucho gasto sanitario y ves que el gasto es mínimo. Cuando se hablaba de saturación de servicios era por aumento de población y no por el uso. El uso que suelen hacer de la sanidad pública es mucho menor en promedio al que hacen las personas autóctonas; y en muchos casos esto se explica porque no tienen este acceso a los servicios sanitarios en sus países de origen. Con falacias se culpa a los inmigrantes de tener un gasto excesivo.

Granada Acoge celebró su 25 aniversario en la Biblioteca de las Palomas

Me preoucpa cuando ya no se habla de derechos, sino de simple beneficencia


Por otra parte la gente no viene por las prestaciones sino porque quiere trabajar., por eso cuando aquí no encuentran empleo se van para otros países de Europa, aunque las condiciones (climáticas entre otras) sean peores. En concreto la situación de los “sin papeles” es mucho peor allí.

Ahora, en la forma de ver al inmigrante, me preocupa cuando los servicios sociales se acaban y se camina hacia la beneficencia. Ya no se habla de derechos, sino de simple beneficencia, y vamos a ver hacia dónde nos lleva eso.

A pesar de la crisis no dejan de llegar inmigrantes en pateras

Las pateras es lo más visible, pero el 90% de los inmigrantes entran por Barajas de forma legal. A pesar de la crisis siguen viniendo pateras porque la situación en sus países es mucho peor que la nuestra. Además, vienen menos y muchos cruzan España de paso para Europa. Hay que recordar que España es frontera de Europa con África. Cuando llegan, si ven que la situación es desesperada, tiran para otros países.

Salvemos la hosptialidad... Salvemos la humanidad

La visión que se da aquí en España es que hay que combatir a las mafias que son los que les facilitan cruzar el Estrecho, pero aquí no hay coacción de esas mafias, ellos quieren cruzar por la situación que viven en sus países. También se intenta vincular delincuencia y personas indocumentadas. Todo ello lleva al imaginario colectivo a ver a estos colectivos como peligrosos. Aquí se puede detener a una persona hasta 60 días sin cometer ningún delito. Pero aunque se les expulsen, vuelven. Se les puede poner las peores condiciones del mundo, como las peligrosas vallas, pero eso no les va a detener en su intento de entrar.

¿Qué fórmulas hay para afrontar una situación tan difícil?

Hay dos reacciones. Hay gente que se rebela ante lo que pasa y está empezando a actuar; es el caso de las mareas ciudadanas. Son gente que intenta defender los derechos. Nosotros vemos muestras de solidaridad fuertes. La organización ciudadana está despertando. En otros países ya hay experiencias muy positivas. En Perú han sabido salvar los problemas de desnutrición en algunos barrios de la capital porque se organizan para atender necesidades básicas, son iniciativas que salen de los propios ciudadanos, de los barrios. Y todo eso va despertando la necesidad de ir creando otra organización económica.


Ante la crisis hay dos reacciones; la de las mareas o la de la caridad, que busca ayudar pero sin construir alternativas viables


Pero hay otra mirada, la caritativa, que busca ayudar pero sin construir alternativas para que tengan viabilidad. En muchos medios se organizan recogidas de regalos, de alimentos, etc. Me preocupa ese modelo de beneficencia. Es necesario que todos puedan cubrir esas necesidades básicas, el problema es que la beneficencia sea la única fórmula. Hay que considerar que las personas pueden ser válidas para salir adelante, pero en el momento que se victimiza, ya no se considera al otro como un igual. Podríamos aprender de situaciones en otros países que han pasado por esas situaciones. Se dan casos del “ahorro colectivo” es como un ingreso mensual de un grupo de personas y cada mes se lleva el “bote” una persona distinta.

En la sede de Granada Acoge se ven carteles de muchas causas justas

¿Qué trabajo realiza Granada Acoge con los inmigrantes?

Granada Acoge trabaja en dos áreas; la de sensibilización y la social. El área social pretende darle a las personas inmigrantes las herramientas necesarias para que tengan acceso a los recursos normalizados. A veces por falta de conocimiento o el idioma no pueden acceder y ahí incide nuestra línea de trabajo. En estas cuestiones las administraciones han asumido algunas cosas; especialmente el distrito sanitario. En Educación sin embargo no es lo mismo. Por ejemplo, hay un mediador intercultural para toda la provincia de Granada. Eso es totalmente insuficiente si tenemos en cuenta que hay muchos niños inmigrantes, de muchas culturas en las escuelas y que los educadores no han recibido la formación necesaria para gestionar esta diversidad.


Granada Acoge trabaja en dos áreas; la de sensibilización y la social


En el área de sensibilización damos charlas, organizamos talleres y espacios de encuentro, fomentamos iniciativas de participación ciudadana... Trabajamos con la población en general y estamos en los barrios trabajando en red con las propias asociaciones de barrios, Hemos buscado alternativas de viviendas compartidas, hemos compartido ideas para salir del desempleo, hemos abordado temáticas como el cooperativismo, etc. Hemos organizado también ferias de habilidades. Con ello algunas personas han salido adelante. Hemos trabajado también con los Bancos del Tiempo de los barrios. Con todo ello hemos creado espacios de encuentro. Por otra parte, en la Caseta Reivinciativa del Zaidín hemos organizado la noche intercultural, pero eso, en los espacios del propio barrio y no aparte. También hemos trabajado con el lema “Saboreando culturas”, en colaboración con la asociación “La Brújula de Momo” con comidas de diferentes países y que después se vendía en un cenador. La comida es un vehículo de sensibilización muy bueno. Otra lucha se ha encaminado a recuperar espacios públicos con actividades como proyectar cine en la calle. En fin, son algunas de las tareas que desarrollamos Granada Acoge. También quiero reseñar que el año que viene queremos poner en marcha un huerto ecológico.

Silvia, una coordinadora con las ideas muy claras

Tenemos que reivindicar la sociedad que queremos


¿Qué le diríais a esos ciudadanos que quisieran comprometerse y no saben qué hacer?

Reivindicar la sociedad que queremos, donde se preserven los derechos. Hay que trabajar en las AMPAS, en las asociaciones de vecinos, fortalecer el tejido social. Trabajar por hacer a los inmigrantes iguales y no víctimas, “pobrecitos” a los que hay que ayudar... Tenemos que matizar esas imágenes tan distorsionadas, considerar a esas personas tan válidas como cualquiera y ver qué podemos hacer para contribuir a salvaguardar esa diversidad que tanto enriquece. Hay que crear espacios normalizados y que a las personas inmigrantes se les tengan en cuenta como interlocutores.
También tenemos que ir creando un tejido fuerte y apostar mucho por la autogestión. Al mismo tiempo debemos de reivindicar que la Administración se haga cargo de sus propias responsabilidades. Hay que atender situaciones y reivindicar derechos, exigir y potenciar redes de solidaridad.

Cartel de la Fiesta de la Interculturalidad del año pasado

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 Su sede está en c/ Portería de Santa Paula s/n, 1º. Granada
 Su teléfono es el 958 200 836.
 Su correo electrónico es: granada@acoge.org
 Su página web: www.granadaacoge.org

Por Veguita de Graná

El Jueves 16 de enero de 2014

Actualizado el 16 de enero de 2014