Javier Egea Titos, ex coordinador de Ecologistas en Acción. Granada
Empecemos con algunos datos para situarnos
La provincia de Granada produce 300.000 cerdos al año y 63 millones de pollos (datos del año 2019)
Desde el año 2006, se ha duplicado el número de cerdos (140.000 en esas fechas) y el de pollos se ha cuadruplicado (15 millones en 2006)
La mayoría de los pollos se sacrifican en instalaciones de la provincia: Avinatur, en Purullena, sacrifica 33 millones de pollos al año, Arenas, en Santa Fe, 500.000 semanales (25 millones al año) y también está el matadero de Payán, en Maracena, del que no disponemos de datos de producción.
Hay que reseñar que una explotación de 2500 plazas de cerdo supone una producción de 6.000 cerdos al año (a razón de 2,4 ciclos anuales) y una de 55.000 plazas de pollo supone, a razón de 5 camadas al año, una producción de 275.00 pollos anuales.
¿Cómo están en las granjas? 1 m2 para cada cerdo
Los cerdos de las granjas europeas pasan toda su vida en un espacio más pequeño que un metro cuadrado (espacio regulado por ley), un espacio apenas suficiente para darse la vuelta o acostarse. Se crían en suelos con grietas en forma de listones para que pasen las heces y la orina.
La alimentación de cerdos suele ser a base de maíz y harina de soja más un suplemento mineral y vitamínico y un uso sistemático de antibióticos, como promotores del crecimiento
A los 5 meses aproximadamente está listos para ir al matadero
Cuando hablamos de pollos, nos referimos al tipo “Broiler”, una variedad de pollo desarrollada específicamente para la producción de carne.
En la UE la edad aproximada para el sacrificio de los Pollos de Engorde (broiler) es de 42 días, con un peso de 2,5 kg. excepto los destinados a asaderos, que se retiran a los 35 días, con unos 2 kg de peso.
¿Bienestar de los pollos?
Debido a esta forma de producción, los pollos de engorde padecen problemas de bienestar (se amontonan y casi no se pueden mover) suelen sufrir malformación y disfunción esquelética (muchos no son capaces de sostenerse sobre sus patas), presentan lesiones cutáneas( y eso que les cortan los picos al nacer para evitar que se dañen entre ellos) y los ejemplares con aspecto repulsivo, en comparación con animales sanos, abundan más de la cuenta.
Para esta rápida conversión de alimento en carne es necesario proporcionar a los animales en el pienso una compleja gama de nutrientes esenciales y medicamentos.
¿Qué tramitación administrativa se necesita para montar una granja?
Cuando menos, podríamos considerar los procedimientos como alegales.
La forma en que se tramitan la mayoría de las explotaciones es la de Proyecto de Actuación, contemplado en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) como trámite urbanístico, y la Calificación Ambiental, según se dispone en la Ley 7/2007, de 9 de julio de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental (GICA) para explotaciones menores a unos límites determinados y que se regula por el Decreto 297/1995, de 19 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Calificación Ambiental
Tanto el Proyecto de Actuación, como trámite urbanístico, como la Calificación Ambiental, son tramitados por el Ayuntamiento.
El modo de proceder es que el ayuntamiento declara el proyecto como de utilidad pública e interés social, solicita un informe a la Consejería responsable de urbanismo (que siempre es favorable, ya que solo se refiere a la calificación del suelo y que, además, no es vinculante) y a partir de ahí, el ayuntamiento empieza a dar las licencias oportunas para la construcción de la explotación y el inicio de la actividad.
En ningún momento se inicia el procedimiento de Calificación Ambiental, como exige el Decreto 297/1995, de 19 de diciembre y nadie se preocupa por ello, empezando por la Consejería responsable de la aplicación y cumplimiento de la GICA, a la que se le ha denunciado varias veces la situación y se desentiende totalmente..
Con respecto a la utilidad pública, el único argumento que presentan los proyectos es la creación de puestos de trabajo y que la actividad servirá para fijar a la población rural y así evitar el despoblamiento.
Creación de puestos de trabajo y fijar a la gente en el territorio... Los argumentos no se sostienen. Veamos
En cuanto a considerar que la creación de puestos de trabajo basta para que la actividad se considere como de interés público hay varias sentencias, tanto del TSJA ( Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Segunda, de Sevilla, sentencia en el Nº de Recurso: 70/2014 y con Nº de Resolución: 182/2015 de fecha 27 de febrero de 2015 : “La concurrencia de la utilidad pública o el interés social ha de ser objeto de una cumplida, completa y acabada prueba … es imperiosa la necesidad de demostrar de manera plena el impacto económico y social de la actividad, sin que la mera invocación de la creación de puestos de trabajo ...integren esa prueba seria y exhaustiva que la excepcionalidad de la autorización concedida al amparo del citado precepto exige” como del Tribunal Supremo (Sentencia del Tribunal Supremo de 19 de mayo de 2008 (recurso 2861/2004), que sintetiza la jurisprudencia del Alto Tribunal citando su anterior Sentencia de 14 de abril de 2004 (casación 6933/2001) en los siguientes términos literales: la utilidad pública o el interés social no pueda identificarse, sin más, con cualquier actividad industrial, comercial o negocial, en general, de la que se derive la satisfacción de una necesidad de los ciudadanos, ya que la extensión de la excepción legal a todo este tipo de instalaciones o actividades, que claro está suponen una mayor creación de empleo y riqueza, supondría la conversión de la excepción en la regla general (sentencia, entre otras, de 23 de diciembre de 1996 )…”)
Además, en cuanto a la creación de puestos de trabajo, la mayoría de los proyectos cuentan con un solo empleado (que suele ser el propietario, como muchos declaran sin empacho) que además es mal pagado, llegando, en el mejor de los casos, a mil euros mensuales.
En cuanto a que estas actividades sirven para fijar la población en el mundo rural, solo hay que ver las estadísticas desde el año 2006 al 2019 (época de expansión de las explotaciones porcinas y avícolas) para ver que la población disminuye y el paro aumenta en la mayoría de los pueblos.
Ejemplos
Como se puede apreciar en estos cuatro ejemplos en localidades, donde ha habido un incremento desmesurado de explotaciones ganaderas industriales, en los últimos 15 años se ha perdido una buena parte de la población, se ha duplicado el número de parados ( a pesar de haber menos habitantes) y la tasa de paro se dispara.
No se ve por ninguna parte la fijación de la población en el mundo rural que prometen estos proyectos de explotaciones ganaderas.
Otra forma de sortear la legalidad vigente consiste en iniciar una explotación por debajo del límite que establece la legislación, para que sea el Ayuntamiento, y no la Junta de Andalucía, la que controle y supervise todo el procedimiento administrativo.
Así vemos proyectos de actuación de 2.499 plazas de cerdos o de 54.990 pollos.
Eso es así porque a partir de los 2.500 cerdos o 55.000 pollos, ya no es el ayuntamiento el que decide, sino que interviene la Junta de Andalucía y se exige una evaluación ambiental más rigurosa.
Una vez concedida la licencia y puesta en marcha de la explotación, se da el siguiente paso, que es la ampliación, y ya se considera que será fácil de obtener de la Junta, ya que la ocupación del suelo está consolidada, del agua ya se dispone y la eliminación de residuos existe.
2ª Entrega. Problemáticas que crean estas granjas industriales